Este Plan Nacional de la Niñez y Adolescencia está muy bien que persiga la igualdad entre niños, niñas y adolescentes, así como la equidad y la no discriminación. El concepto de enfoque de género, tan promocionado por las NNUU y sus diferentes dependencias, se enmarca en el propósito fundamental de estos organismos supra nacionales en frenar el crecimiento de la población mundial. También existen en nuestro medio, en cooperativas, en ministerios y en otras instituciones, sin embargo es una novedad para la Constitución Nacional que habla de hombres y mujeres.
El problema es el uso del lenguaje. La población no distingue los alcances de la perspectiva de género (búsqueda de la igualdad de derechos, respetando la antropología de cada sexo) y por otro lado, la ideología de género que ya entra en la construcción de la identidad, de la orientación sexual, ignorando cualquier diferencia entre los sexos incluyendo las biológicas, el rechazo de la maternidad por ser ésta “una esclavitud de la mujer que le impide su desarrollo educativo, social y económico”. En el Plan se nota, además, una visión utilitarista de la mujer al señalar que un embarazo adolescente traerá pérdida en millones de guaraníes al Estado. Por otra parte, la ayuda de la Unión Europea está condicionada a la inclusión de este enfoque de género.
Aceptando el enfoque de género fácilmente pueden introducirnos la ideología de género que sería un daño muy grave a la sociedad. Y aquí estamos hablando de la educación de niños y adolescentes en contra del sentido común; ellos ven hombres y mujeres. Son temas que las personas mayores de edad, que ya han formado su criterio, pueden elegir como bien les parezca y les debemos un absoluto respeto. ¿Qué necesidad hay de adelantar este enfoque en la educación de los niños?. ¿Servirá para confundirlos y crear conflictos innecesarios a temprana edad?.
Señora Ministra, con todo respeto, creo que debería modificar este Plan con la participación de las personas directamente involucradas: los padres de familia.
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