Por Aciprensa tuvimos información de que 59 países firmaron una declaración conjunta para la “protección de la salud y los derechos sexuales y reproductivos” (eufemismo que encubre la anticoncepción, el aborto y la promoción de la sensibilidad de género) como respuesta a la pandemia de coronavirus.
Las entidades ligadas a las NNUU, la OMS, diversas fundaciones “filantrópicas” aprovechan este momento de crisis mundial para introducir sus objetivos de varios años atrás. Paraguay es uno de los pocos países que no tienen despenalizado el aborto.
Las NNUU ha declarado que en 2001 Perú violó los derechos de una madre al no permitir que acabara con la vida de su hijo no nacido que padecía una grave enfermedad, en la consideración de que el aborto es un “derecho humano”. Un grupo de expertos de la Organización de Naciones Unidas hicieron un llamado a nivel mundial para que todos los Estados deroguen las leyes que penalizan y restringen "indebidamente" el aborto.
De fuentes vaticanas, el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha excluido explícitamente a los no nacidos del derecho a la vida en la legislación internacional en noviembre 2017 en Ginebra. Recordarán las expresiones de Hilary Clinton: “Los no nacidos no tienen ningún derecho”.
Es de todos conocido que el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, ha presionado seriamente a nuestro gobierno a despenalizar el aborto en Paraguay.
De acuerdo a datos de la OMS, cada año se realizan unos 56 millones de abortos en el mundo.
Hay conflictos en cuanto a la definición de aborto (interrupción del embarazo antes de la semana 22 y peso menor de 500 gramos).
La viabilidad extrauterina es un concepto cambiante que depende del progreso médico y tecnológico, la OMS define el aborto como la interrupción del embarazo cuando el feto todavía no es viable fuera del vientre materno, actualmente en torno a las 22 semanas de gestación.
La Sociedad Española de Gineco Obstetricia ha indicado que ya no puede considerarse aborto la interrupción del embarazo a partir de la semana 22 de gestación, sino que en ese momento hay que hablar de destrucción de un feto que es viable extrauterinamente, ya que puede vivir por sí mismo con el apoyo médico correspondiente, por lo menos en los países desarrollados, no en el nuestro.
Recordemos que el Art. 3 de la Declaración de los Derechos Humanos enuncia: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. Aquí nomás ya tendríamos en juego el Principio de Contradicción, pretendiendo introducir un nuevo “derecho humano” como el aborto.
Toda la civilización podría resumirse en el respeto al más débil. Y si bien el embrión o feto no tiene manera de defenderse, no deja por eso de ser un ser humano y por lo tanto una persona. Científicamente no existe otro momento del inicio de la vida humana que la concepción. Y si nos consideramos todos personas, no hay tampoco otro momento de un pasaje de una cosa a persona. Lo somos desde el inicio hasta el final. Negar este hecho sólo tiene objetivos políticos.
No hay pruebas de que las embarazadas con Covid positivo corran mayor riesgo de enfermedad grave que la población en general. Según el MSP y BS (Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social), tampoco se ha demostrado afectación en cuanto a resultados perinatales, abortos espontáneos o partos prematuros. La OPS Paraguay ni siquiera recomienda cesáreas y dice que las madres inclusive pueden amamantar a sus bebés.
Por qué entonces unos grupos hablan de aborto en la pandemia? Es puro interés político oportunista. Ya el presidente argentino Fernández anunció que tiene listo el proyecto de ley del aborto. Esperemos que nosotros seamos más sensatos y honestos en nuestras deliberaciones.
