Trabajo desarrollado para el Bienio Propedéutico de Filosofía que estoy realizando en línea en la ULIA (Universidad Libre de las Américas).
La ciencia es un conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y falible, pues puede avanzar. El método científico es interactivo y coherente, se va acercando por etapas a la solución final. Es también legal, es decir busca establecer leyes generales. Debe buscar la exactitud.
La lógica y las matemáticas sólo existen en la mente humana, pertenecen a las ciencias formales, no dan información sobre la realidad. Pero las ciencias fácticas recurren a ellas para entender los fenómenos de la realidad. Estas ciencias fácticas están basadas en la racionalidad y la objetividad. Se busca que el conocimiento corresponda a los hechos, por la verificación, la reproducibilidad y la experimentación.
Los datos son recogidos de modo empírico y mediante la lógica son ordenados coherentemente. De unos postulados iniciales se construyen modelos de conocimiento, conjunto ordenado de proposiciones de cierto grado de generalidad, las teorías. Las hipótesis fácticas (lo que se busca) se someten a la observación y la experimentación, y se las debe verificar. Si se hallan discrepancias entre las previsiones teóricas y los hallazgos empíricos, mediante nuevos experimentos se pueden edificar nuevas teorías.
El análisis trata de descubrir el mecanismo interno responsable de los fenómenos observados. En el análisis se tiene en cuenta la interdependencia de las partes. Luego en la síntesis se trata de reconstruir el todo.
En las revoluciones científicas se sustituyen hipótesis de gran alcance por nuevos postulados y podrían modificarse así las teorías mismas. Se busca descubrir lo que comparten los singulares y se intenta exponer los universales que se esconden entre los singulares. Y generalizando se enuncian las leyes principales. El secreto científico es enemigo del progreso científico. En ciencia se comparte, se publica, se comunica en congresos. No así en temas de la inteligencia artificial donde todo se guarda celosamente.
Entrando en la visión humanística, se debería formular teorías que respeten la naturaleza, la vida y la dignidad de las personas. Es de suma importancia dotar a los científicos de antropología y de metafísica. En el ámbito de la salud, se debe difundir la bioética donde se confronta los hechos de las ciencias con los valores propiamente humanos. En toda experimentación que incluya sujetos humanos se debe velar por su protección y obtener el consentimiento informado. En última instancia, el científico trata de descubrir lo que ya existe en la realidad externa y hacerla intramental. En el fondo es descubrir la mente del Creador. Dios mismo invita al hombre a buscarlo a través de su Palabra, de su trabajo, de su búsqueda científica. Algunos lo descubren, como Pascal y Ernesto Sabato, y otros no, como S. Hawking que no lo encontró en todo el universo.
Isaías 40,14: ¿Con quién se aconsejó para entenderlo, para que le enseñara el camino exacto, para que le enseñara el saber y le sugiriese el método inteligente?.
