Trabajo desarrollado para el Bienio Propedéutico de Filosofía que estoy realizando en la ULIA (Universidad Libre de las Américas).
¿En qué se distingue el relativismo del escepticismo?
El escepticismo es una corriente filosófica que desconfía de la verdad y pone en suspenso la posibilidad de conocerla. Afirma que nuestros conocimientos sobre las cosas son inciertos. Se suspende todo juicio y se adopta una actitud de indiferencia. El escéptico afirma que no cabe conocimiento alguno y puede llegar a la falta de interés por toda realidad.
El relativismo acepta el conocimiento pero que este es relativo a las personas y que pueden existir muchas verdades con respecto al mismo tema. El relativista duda con la intención de conocer mejor.
Ambas corrientes pueden cuestionarse sobre lo que está bien o está mal. Y en realidad para la cultura judeo cristiana, al principio sólo había un límite impuesto por el Creador, el de no pretender ser como Él. Luego de la rebelión del hombre ante este límite, aparecen más límites aún, no matar, no robar, no mentir, no desear la mujer del prójimo. Y con la libertad, el hombre sigue deseando y comportándose según sus deseos.
Otra acepción de relativizar es considerar un determinado asunto introduciendo argumentos que disminuyan la importancia o valor del hecho.
Dificultades teóricas y prácticas del relativismo
La Razón humana es discursiva en el contraste de ideas. La discusión humana es una búsqueda cooperativa de la verdad. El objetivo de la discusión es someter las razones diversas ante el tribunal de la razón. Casi todo es relativo a lo que compara y depende del punto de referencia, de las circunstancias.
En el Relativismo se presenta la opinión con pretensión de verdad. Y cada uno con la suya, sean éstas verdaderas o falsas. Entonces no tiene sentido discutir. El Relativismo desactiva la discusión, puesto que la verdad no existe. Cada uno vería la verdad con el color del cristal con el que mira. Y con qué cristal originario mira todo? El Relativismo hace perder todo el valor del diálogo racional y sin contraste de ideas no puede medir el valor de verdad de cada una de las ideas. Se le dará la razón al que grite más fuerte, al que tenga mejor retórica. Y esto se utiliza en el espacio público, la redes sociales, la educación. Ratzinger describió la dictadura del Relativismo donde no se reconoce nada como definitivo y deja como última medida el propio yo y sus antojos.
El error del Relativismo es confundir la verdad con la opinión. Los errores pueden ser corregidos también y gracias a esto se produjo el progreso del saber y del quehacer humano. Emitir un comentario banal no es una opinión.
¿Es necesario ser relativista para ser una persona respetuosa y tolerante?
Cuando no se tienen argumentos válidos, se recurre a la violencia o en democracia a los votos y, ya fuera de la democracia, a las armas. La mayoría no tiene porqué tener la verdad, sino que simplemente es el deseo de los más. Hoy en las mayorías parlamentarias se impone cualquier concepto, como por ejemplo el derecho al aborto. Quitar la vida no puede constituir ningún derecho. Por mayoría también se define desde qué momento evolutivo se ha de respetar la vida humana. Como si prescindiendo del principio de no contradicción o el de identidad, una cosa (embrión) pudiera transformarse en persona a partir de cierto momento. Y con presiones y gritos en la calle, los parlamentarios legislan en contra de la razón. No tienen en cuenta que la verdad es el mayor bien de la inteligencia. Pero se deben mostrar tolerantes, inclusivos, democráticos.
Nietzsche en una arquitectura de la sociedad, imaginaba con qué mentiras se podría vivir mejor y que la moral es sólo un conjunto de mentiras, repetidas varias veces hasta que llegamos a tragarlas como verdad.
Se llega hasta a concebir la posverdad. Con ideologías se pretende naturalizar la epistemología a partir de voluntades políticas. Se podría legalizar casi cualquier cosa o hecho. El sentido común nos muestra que existen hombres y mujeres y sólo entre ellos puede continuar la humanidad. Pero se aceptan parejas del mismo sexo, pues se basan en el género de cada quien.
Comentario: El capítulo “La cuestión del relativismo cultural” es una hermosa explicación del origen del hombre en su aspecto relacional con Dios. Ciertamente el mundo sigue siendo bello, pero nos cuesta más vivir en él. No sólo porque estamos sujetos al esfuerzo, frustraciones, a la enfermedad y la muerte sino también al daño que el mismo hombre genera al planeta. Y este fenómeno no tiene más de 300 años. El despertar de la industria, la producción masiva, el petróleo, la codicia, la ambición desmedida. Y ahora una amenaza existencial para la humanidad, la energía atómica en su potencial uso en una guerra mundial.
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